Llega el día de la boda de Álex y Leire y todo son problemas. La navarra tiene que arreglar su vestido y Patxi le lleva a casa de su tía abuela para que se lo cosa, mientras le imparte lecciones para ser la novia perfecta e intenta quitarse el anillo de boda, atascado en su dedo. El cura que va a oficiar la ceremonia se queda atrapado en un ascensor y el técnico encargado de la reparación se encuentra desmotivado tras recibir la noticia de la demanda de divorcio de su mujer, para la desesperación de Álex. Pruden, por su parte intenta conseguir un equipo de sonido para la iglesia, y sus posibilidades pasan por coger el del bar, el cual está siendo utilizado por un grupo de solteras. ¿Podrá llegar la boda a buen término?
Tras heredar el piso de su difunta tía abuela, Patxi acoge en el mismo a su tío Santi, recién divorciado, algo de lo que se arrepentirá después, con lo que intentará unirlo de nuevo con su tía. Álex y Leire regresan de su viaje de "no casados" con el donostiarra preocupadísimo después de haberse casado en el mismo con una empleada del crucero donde han estado; este intentará localizar a la misma para divorciarse antes que se entere su novia, aunque encontrarla le resultará más fácil de lo que pensaba. Esti empieza a tener problemas de sueño a causa de Pruden y los ligues que se trae a su habitación, al lado de la de ella, e intenta hablar con el vitoriano para que le deje dormir.
Tras la marcha de Leire a Los Ángeles, Álex intenta convencer a Sara para que le firme los papeles del divorcio, cosa a la que ella se resiste ahora que está descubriendo las ventajas de su nuevo estado civil. Esti se reencuentra con Gontzal, un exnovio que le restriega por la cara su estado de casado; cuando descubra que la esposa de este es el actual ligue de Pruden intentará convencerlo para tramar una venganza, algo a lo que el vitoriano se niega. Patxi está harto de limpiar todo lo que Santi ensucia, y decide inculcarle un poco de disciplina utilizando para ello el libro de "El encantador de perros", cosa que milagrosamente funciona, ante el escepticismo de Bego.
Con la intención de seducir a Sara, Patxi sigue los consejos de las musas que aparecen en sus sueños para saber qué es lo que quieren las mujeres de un hombre y los aplica sin resultado aparente. Escuchando a Álex y Santi, Pruden se da cuenta de que jamás se ha enamorado, y acepta la ayuda de estos para encontrar a su media naranja. Esti y Sara convencen a Bego para que disfrute de la vida un poco tras su divorcio; no tardarán en arrepentirse de esa idea.
Álex medita sobre su falta de actividad sexual después de su ruptura con Leire, y aun en contra de sus principios termina con pactar con Sara una noche de sexo sin compromiso. Tras volver sola a casa después de una operación de vista, Esti les recrimina a sus padres el no haber ejercido como tales, y les somete a una competición para ver quién está más capacitado para cuidar de sus futuribles nietos, con Pruden como juez de la misma. Patxi pide un crédito de 5000€ para comprar una nevera nueva sin pensar en las consecuencias; cuando repara en los abusivos intereses que le pretenden cobrar monta una manifestación en contra de las deudas.
Tras reponer en parte el mobiliario vendido para hacer frente a la deuda del crédito, Patxi y Santi hacen una apuesta en la que el primero pretende demostrar a su tío su capacidad para sobrevivir tres días sin electrodomésticos. Este último, por su parte, al enterarse que su vecina Merche se siente atraída por él se dispone a organizar una cita con ella, algo que no agradará a Bego. Una pequeña confusión en una fiesta de empresa lleva a todos los empleados de la caja a pensar que Sara y Esti son pareja, algo que esta última y Álex desmienten pero que la francesa utiliza para vender viajes al colectivo de lesbianas al que pertenece la directora de la sucursal. Mientras, Pruden concentra sus esfuerzos en la elaboración de una tesis muy importante.
Patxi intenta mantener en secreto su aventura con Merche, algo que no será muy fácil teniendo en su comunidad a los mayores cotillas de la ciudad, especialmente sus tíos, que harán todo lo que esté en su mano para descubrir quién es el joven amante de su vecina. Álex y Pruden se dan cuenta de que no han profundizado todo lo posible en su amistad, y deciden empezar a contarse sus mayores inquietudes. El piso de las chicas recibe la visita de Nerea, una amiga de Esti que viene embarazadísima y abandonada por su novio, y que recibirá las atenciones de sus anfitrionas hasta que empiece a hartarlas.
Esti está saliendo con un chico, y aunque intenta mantenerlo en secreto no consigue evitar que sus padres se enteren de la noticia; estos, entusiasmados con la nueva empezarán a dedicarle mucho tiempo a su "yerno", más que a su propia hija. Sara debe recomendar a una periodista del People una ciudad para que hable de ella en el próximo número de la revista, y Álex y Pruden intentan convencer a la de Iparralde para que le haga decantarse por sus respectivas localidades natales, hasta que descubren el carácter poco constructivo de sus críticas. Patxi consigue un trabajo como portero en una nueva discoteca, del cual descubrirá sus pros y sus contras.
Bego y Esti se van a pasar el fin de semana en Iparralde; lo que parece ser un tranquilo y ameno viaje entre madre e hija, pronto se convertirá en toda una odisea. Sara utiliza la escapada de Bego y Esti para traerse ligues a casa aprovechando la feria de turismo, pero un accidente casero con Álex echará por tierra sus planes. Patxi tiene que hacerse cargo del hijo de un primo suyo, cosa que parecerá fácil hasta que el pequeño sufre un accidente que le produce un chichón bastante notable e intenta disimularlo por todos los medios.
Tras salvar a Sara de morir ahogada con un hueso de aceituna, Patxi pretende cobrarle el favor haciéndola pasar por su novia durante una semana; aunque ella al principio no está muy por la labor, pronto se integrará en el círculo social de su vecino, hasta el punto de eclipsarle. Bego se dispone a empezar a estudiar en la universidad, y para el examen de acceso tendrá que estudiar un temario muy amplio que Pruden y Esti le ayudarán a aprenderse, no con mucho éxito. La llegada a la sucursal de un jefe de personal pone sobre aviso a Álex y Esti acerca de la posibilidad de un recorte; la casualidad hace que el donostiarra coincida en las duchas de un gimnasio con este y Juan Mari, situación que aprovechará para obtener información.
Tras pasar un fin de semana en Vitoria, Pruden regresa con una mochila que no es suya, llena de puros Cohiba; Patxi y Santi deciden venderlos a precio de oro a los amigos txikiteros de este último, pero la cosa se les va de las manos cuando tienen a la Ertzaintza vigilándoles de cerca. Sara empieza a tener una crisis de edad con la llegada a su trabajo de Jaione, una joven de 19 años, y aunque intenta restarle importancia se obsesiona aún más cuando su nueva compañera empieza a salir con Álex, el cual empieza a sentirse incómodo con ella cuando comienza a verla como una niña. Bego empieza a intimar con Juan Mari, cosa que no agrada nada a Esti, quien intenta convencer a su madre para poner fin a esa relación.
Un sueño con su tía abuela Engraxi es el comienzo de una malísima noticia para Patxi, la cual le dice que pronto cambiará su vida, lo cual es que un amante de la difunta reclama para sí mismo el piso que heredó a su muerte; la sorpresa será mayor cuando descubra que el demandante resulta ser Xixario, quién está encantado con la idea de echarle del piso. Bego sigue su relación con Juan Mari, y Santi no le echa demasiada importancia hasta que es consciente de que van muy en serio; con la ayuda de Esti intentará reconquistar a su exmujer. Álex y Sara firman por fin el divorcio para luego competir por hacer la fiesta más amena, en una noche que deparará más de una sorpresa.
Las fiestas de Álex y Sara deja numerosas consecuencias en los días siguientes. Después de encontrar a Álex y Esti besándose, Sara no quiere volver a ver al donostiarra, pero tras hablar con su amiga, quien le asegura que la cosa no pasó de eso decide darle otra oportunidad; lo único que puede echarla por tierra es una última locura de su reciente exmarido fruto de otra borrachera. Bego y Juan Mari inician su escapada a París con la inesperada compañía de Santi, quien sigue empeñado en recuperar a su exmujer. Patxi se entera que Xixario ha puesto en alquiler el que fue su piso, y utiliza sus artimañas para ahuyentar a los posibles inquilinos.
Aprovechando que aún conserva las llaves de su antiguo piso, Patxi empieza a entrar furtivamente en el mismo para disfrutar de la televisión por satélite que tiene la nueva inquilina, Miren; tras leer lo que parece ser su diario se da cuenta de lo mucho que se parece la abogada a él, por lo que empieza a meterse en su relación con Pruden para evitar que este la rompa el corazón. Preocupadas por el estado de ánimo de Santi, deprimido tras el viaje a París, Sara y Esti intentan subirle la moral, no con mucho éxito. Bego repara en las objeciones de Álex a dejar que ella lave su ropa, y viendo lo limpia que le queda a él empieza a dudar de ser la mejor en la materia.
Después de quedarse sin trabajo, Sara empieza a recibir los consejos de Patxi para disfrutar del paro y a aplicarlos con plena satisfacción, aunque una llamada con una oferta de empleo enfrentará a ambos. Álex y Pruden reciben una paliza en el frontón jugando a las palas con un par de niñas, y a pesar de que intentan fingir que la humillación no les ha sentado tan mal deciden pedir una revancha. Tras recibir una invitación de boda, y para no tener que aguantar los comentarios de su prima, Bego se inventa un novio para Esti, cosa en la que ella le seguirá la corriente después de sus iniciales reparos; el problema vendrá cuando ese novio imaginario resulte ser más real de lo que creían.
Intentando espiar a Sara desde la ventana de enfrente, Patxi termina viendo desnuda a Esti, algo que empezará a traumatizarle ante la idea de empezar a ver a su prima con otros ojos, e intenta quitarse la idea de la cabeza. Pruden, tras descubrir que cae mal a Juan Mari, empieza a obsesionarse con el tema e intenta averiguar el motivo de la poca simpatía que inspira en él. Álex, ante el temor que Sara empiece a verle solamente como un amigo, empieza a seguir los consejos de su subconsciente (personificado en José Luis Korta) para mostrar ante ella todo lo viril que puede llegar a ser, lo que no será fácil cuando la francesa se reencuentre con su primer amor.
Tras ser rechazado por sus compañeros de juergas, Patxi le pide a su tío que le deje entrar en su cuadrilla, la cual lo acepta de buen grado con los reparos de Santi; una vez allí los cambios que propone son bien recibidos por todos salvo por su tío. Álex y Sara se ponen enfermos después de comer una ensladilla preparada por Bego, y esta verá en la convalecencia de ambos una buena oportunidad para juntarlos de nuevo. Esti empieza a salir con un compañero de trabajo de Pruden, y con la intención de averiguar si este desea ir más lejos empieza a tomarse su nueva relación como una partida de ajedrez en la que un movimiento en falso puede ser fatal.
El temporal de lluvia que tiene lugar en la ciudad, depara más de una historia para nuestros protagonistas. Tras pasar un día afónico, Patxi consigue ligar con una chica aprovechándose de que esta le toma por mudo. Esti prepara un viaje a Canarias utilizando la capacidad de convicción de Pruden con las mujeres para conseguir todo tipo de beneficios. Santi se sirve en su caso de un resbalón sufrido en la sucursal para poner una demanda, cosa de la que Bego y Juan Mari intentan disuadirle. Álex se propone empezar de cero con Sara simulando que acaban de conocerse; cuando esta, finalmente le sigue el juego, una nueva sorpresa trastocará sus planes.
El regreso de Leire embarazada causa un gran revuelo entre sus amigos. Para no hacerle daño, Álex decide no contarle a su exnovia que ha empezado a salir con Sara, diciendo que Sara es lesbiana. Mientras que la de Caparroso le oculta a su vez que el padre del bebé que espera es del primo del donostiarra, Rafa. El estado de buena esperanza de la navarra hace que Patxi empiece a imaginarse su vida como padre. Santi ha conseguido la prejubilación tras una huelga, y después de poner de los nervios a sus conocidos ante una desesperada búsqueda de aficiones encuentra entretenimiento en un concurso de bilbainadas que empieza a preparar con entusiasmo.
Álex y Sara llevan ya un mes saliendo juntos, y el donostiarra se dispone a celebrarlo por todo lo alto con una velada de lo más romántica, la cual el miedo al compromiso de la francesa le llevará a esta a boicotearla. Patxi se ofrece voluntario para acompañar a Leire a las clases de preparación al parto, y aunque al principio aparenta hacerlo por puro desinterés la navarra no tarda en descubrir sus verdaderas intenciones: ligar con las madres solteras asistentes. Para demostrar a todos que sabe cuidarse de sí misma, Esti decide que ha llegado la hora de independizarse; algo que sus padres no se toman en serio, por lo que intentarán hacerla echarse atrás.
Una guerra de pintura organizada por la sucursal termina con Pruden recibiendo un disparo en la entrepierna; la falta de sexo recomendada por el médico llevará al vitoriano a adoptar los hábitos de Patxi, hasta el punto que resultará difícil distinguirlos entre ellos. Sara descubre que el jefe de personal de Álex aprovecha sus visitas a la tienda para robar todo lo que encuentra, y convence a su novio para hacer algo al respecto, aunque él no se atreve. Tras la marcha de Esti a Benidorm, y para no sentirse aislada en su grupo de amigas (y futuras abuelas), Bego empieza a mostrar interés por el embarazo de Leire, lo que empezará a agobiar a la de Caparroso.
Juan Mari intenta aprovechar la amistad de Patxi con el subdirector de Hacienda de la Diputación para evitar una auditoría a la sucursal. Tras encontrar un teléfono móvil que por lo visto pertenece a una prostituta, Pruden se compromete a custodiarlo hasta que esta, que se encuentra fuera, regrese a la ciudad; el azar hará que el aparato se intercambie con el de Bego, quien está organizando con una amiga clases de cocina en casa. Álex intenta que Sara y Leire se lleven bien, y estas, hartas de las charlas que el donostiarra les da con el tema, deciden fingir amistad delante suyo.
Para hacer frente a los gastos de su parte del alquiler del piso, Patxi acepta un puesto de vigilante de seguridad en la tienda de ropa donde trabaja Sara, ocasión que aprovecha para piropear a las clientes, obteniendo contra todo pronóstico un efecto positivo para el local. Pruden se compromete a grabar un vídeo para el bebé de Leire, cosa que no será fácil. Álex decide quitarse los tatuajes de su pecho para dar una sorpresa a Sara; la potencia de la anestesia que recibe en las sesiones es tan fuerte que Juan Mari empieza a creer que su empleado consume drogas.
Aprovechando un equívoco con las fotos del día del paintball, Patxi hace creer a Jone, la compañera de trabajo de Sara que es un boina verde, para ligar con ella. Tras descubrir que Álex tiene las mismas posibilidades que Rafa de ser el padre de la niña que espera, Leire transmite la noticia a ambos primos, quienes la encajan como pueden. Bego y Sara preparan la fiesta del 30º cumpleaños de Pruden, a quien un ataque de ciática le deja prácticamente inmovilizado en la bañera. Un atraco en la sucursal complica aún más las cosas a todos.