Las fiestas de Álex y Sara deja numerosas consecuencias en los días siguientes. Después de encontrar a Álex y Esti besándose, Sara no quiere volver a ver al donostiarra, pero tras hablar con su amiga, quien le asegura que la cosa no pasó de eso decide darle otra oportunidad; lo único que puede echarla por tierra es una última locura de su reciente exmarido fruto de otra borrachera. Bego y Juan Mari inician su escapada a París con la inesperada compañía de Santi, quien sigue empeñado en recuperar a su exmujer. Patxi se entera que Xixario ha puesto en alquiler el que fue su piso, y utiliza sus artimañas para ahuyentar a los posibles inquilinos.