Los chicos están tristes por la muerte de su amigo Chanquete y por el final de las vacaciones. Deciden hacer algo especial por ser el último día juntos pero no se les ocurre nada y se aburren. Julia les invita a su casa a merendar y después van a ver como se llevan La Dorada. En su lugar plantan un árbol. Al día siguiente todos se despiden hasta el año proximo. Julia es la última en marcharse del pueblo dejandole a Pancho un regalo muy especial.
A morte de Chanquete e a lenta chegada do Outono vêm pôr fim ao mágico Verão que o grupo viveu. Enquanto os pais arrumam as coisas para regressar a casa, os rapazes e Julia organizam um lanche para se despedirem. Todos prometem manter-se em contacto, pois, afinal, vivem na mesma cidade. Mas a pintora sabe que o regresso à rotina tornará impossíveis estas boas intenções. Sozinha, Julia passeia por Nerja para se despedir dos lugares que marcaram uma época da sua vida que nunca mais poderá esquecer.