Los chicos se disfrazan para jugar a las representaciones en el refugio de Javi. Pancho tiene que hacer el reparto y cuando se dirige hacia el refugio pasa por delante de una casa abandonada y ve una figura asomada en una ventana. Asustado corre a contárselo a los demás y juntos van a explorar la casa. Allí Bea ve la figura del hombre en un espejo y se asusta y todos salen corriendo. Más tarde los chicos acuden de nuevo con Chanquete y descubren a un hombre, el hijo del antiguo dueño. Un gran ilusionista venido a menos que desea invitar a todo el grupo a cenar y realizar su última función.
Chove e o grupo aborrece-se. Para combater o tédio e a chuva, Bea propõe organizarem uma peça de teatro. Enquanto todos se divertem com os seus disfarces e actuações, Pancho chega jurando que viu um fantasma num casarão abandonado. Acompanhados de Chanquete e de Julia, vão todos investigar. Ali descobrem que o fantasma não é mais do que o dono da casa, um famoso mágico conhecido como o Grande Masip. Para surpresa do grupo, o mágico não só não está zangado com ele como os convida para jantar no dia seguinte e para assistirem à sua última representação.