Diego organiza una escapada romántica y lleva a Lucía al descampado donde 'lo hicieron' por primera vez. Cuando llegan al lugar, ella no recuerda haber estado allí nunca y empieza a sospechar que Diego tuvo una aventura con otra persona en ese paraje. A partir de ese momento, Lucía intenta descubrir la identidad de la persona y si, efectivamente, Diego le fue infiel en esa época de la adolescencia en la que eran novios. Diego, presionado, confiesa que algo hubo, disparando así los celos de ella. Lo peor ocurre cuando Lucía se entera de quien fue la chica en cuestión.
Diego no ve con buenos ojos que Marcos desatienda sus estudios y que haya mandado una maqueta con varias canciones a una discográfica, de modo que amenaza a su hijo advirtiéndole de que mientras viva bajo su mismo techo no tendrá más remedio que obedecerle. Marcos toma la frase literalmente y monta una tienda de campaña en el porche para seguir haciendo lo que él quiera. Diego, instado por Lucía, hace un intento por hacer las paces, pero con su fuerte carácter lo único que hace es reavivar el enfrentamiento entre padre e hijo.
Cuando Raúl se entera de que Marcos ha enviado una maqueta a una discográfica urde una broma con Eva que se hará demasiado pesada cuando todos empiecen a creer que la discográfica muestra interés por el cantante. Diego y Marcos, ilusionados, se acercan hasta la sede de compañía, con la intención de entrevistarse con algún ejecutivo y mientras esperan, se encuentran con una auténtica leyenda de la música, Miguel Ríos.
Diego y el resto de habituales de la taberna están preocupados por la soledad en la que ven sumido a Santiago. Le buscan compañía y creen que la candidata perfecta es Lourditas, una profesora de religión del colegio. Arreglan una cita entre los dos.
Marcos sueña con ser cantante y en una prueba coincide con Miguel Ríos. Además, Santiago tiene una cita a ciegas con Lourditas, la profesora de religión del colegio.