Emilio empieza la universidad y deja a su padre de sustituto en la portería. El primer día de clase se siente desplazado entre los jóvenes y vuelve deprimido a casa, pero en seguida Emilio va a aprender qué hacer para integrarse. Lucía quiere montar un restaurante aprovechando un local queda libre al final de la calle. Como no quiere tener que pedir dinero a su padre, consigue que Carlos sea su socio. La primera en pedirle trabajo de camarera es Alicia, pero Belén también lo necesita y Lucía se siente obligada. El rumor se expande por el patio, y no sólo Marisa, Vicenta y Concha acuden raudas, sino también Mariano se ofrece de aparcacoches y Lucía, en su empeño en demostrarle a su padre que es autosuficiente, se pone manos a la obra para inaugurar el próximo viernes. Mauri conoce a Diego, el hermano de Lucía, y se enamora perdidamente de él; está seguro hasta tal punto que ni se cuestiona su identidad sexual.