En 2008, Malena se enfrenta a la difícil decisión de presentarse como testigo en el juicio por Cromañón y se reencuentra con un objeto importante que había perdido en el recital. El shock emotivo la lleva a los días previos al incendio. En 2004, audiciona como guitarrista de Los Peces Chinos —la banda de sus amigos del barrio— y, además, debe convivir con la culpa por un beso prohibido.