La sierra de Guadarrama tiene dos comarcas bien definidas: la rica, la de los pueblos de buenas colonias de veraneantes, y la pobre. Elegimos esta última y en duro paseo llegamoas a Montejo de la Sierra, en pleno otoño, cuando las nuebes cubren las cumbres y el frío aprieta las paredes de las casas. A pocos kilómetros se encuentra el hayedo más meridional de Europa, junto a las primeras aguas del Jarama. Por los alrededores uno puede llegarse a muchos pueblos que aparecen, con ricos caseríos, abandonados; algunos han sido recuperados por "ocupas" que intentan sacarlos a flote a pesar de que la Administración pretenda echarlos, aunque, si no fuese por ellos, desaparecerían bajo la ruina y el deterioro