Si te tocaba nacer en un periodo intermedio de Egipto es que eras un pringao. Este tercer periodo intermedio y el periodo tardío son una auténtica locura. Casi 600 años de fragmentación, inestabilidad socio-económica y dinastías cayendo una tras otra. Los únicos faraones que se salvan son el libio Sheshonq I, el nubio Piye, Psamético I, que echó a los asirios, Psamético III por haberse enfrentado a Cambises II en la batalla de Pelusio y finalmente a Nectanebo I, que recompuso el país tras tantas invasiones.