Tomás Recibe una nominación para un premio solidario, hecho que lo enorgullece. Por supuesto, se organiza un festejo en el convento para celebrar la “buena nueva”. Pero, para sorpresa de todos, la curia decide no tener en cuenta su candidatura, debido a la “especial relación” que mantiene con Esperanza.
Con este panorama, el sacerdote entiende que es momento de tomar distancia de la joven novicia. La situación devasta a Esperanza, que no puede estar lejos de su amado.
Muy angustiada, recurre a la contención de la Hermana Clara. En una charla abierta y sincera, que le recuerdan a aquellas que solía mantener con su madre adoptiva, Esperanza revelará entre lágrimas que está enamorada del Padre Tomás…
Tomás intenta tomar distancia de Esperanza, ya que ha llegado a oídos de la curia que ambos mantienen una relación “un tanto especial”. Para la joven novicia, esa lejanía impuesta supone un duro golpe a su corazón. Y, en una catarsis repentina con Sor Clara, Esperanza confesará que está enamorada del sacerdote.