El día no comienza bien para Esperanza luego de su “truncada confesión de amor”. El padre Tomás insiste - quizá como escudo para protegerse a sí mismo “de la tentación”- en que tal vez el noviciado no es el lugar para ella, ademásde instarla a reflexionar acerca de cuáles son sus verdaderas motivaciones. La joven se queda sin palabras...
Mientras tanto todas las monjas del convento se preparan para visitar un hogar de niños justo el día en que una de las nenas cumple años. Esperanza se encarga de preparar la torta. Imprevistamente, la medallita que le había regalado sor Clara cae en la preparación y esa pequeña contingencia provocará un accidente mayúsculo que obligará a suspender el ágape.
Pero Esperanza "tendrá revancha". Y, esta vez, contará con un aliado incondicional: su amado Tomás. Ambos sorprenderán a la pequeña en su cuarto y le cantarán una hermosa canción. La niña, agradecida, les dará un cálido abrazo. Y ambos quedarán, una vez más, frente a frente…
Esperanza y las monjitas del convento visitan un hogar de niños justo el día en que una de las nenas cumple años. Pero el feliz acontecimiento tendrá un abrupto e inesperado desenlace. Sin embargo, habrá “segunda vuelta” para la joven novicia, quien contará con el apoyo incondicional del padre Tomás.