El alcalde contrata a Don Músculo y a Itchie El Garfio para obligar a los tíos de Diego a que vendan su naranjal para poder llevar a cabo un proyecto urbanístico. Diego se encuentra a sí mismo y al Zorro intentando conservar las tierras de sus tíos en la familia, al tiempo que intenta que su primo, más joven que él, siga en la escuela.