Alicia se ahoga en su pueblo, Montgat. Todo es previsible: su trabajo, el sexo con su novio… Aprovecha la oportunidad que le ofrece una entrevista de trabajo en Madrid para dejarlo todo y lanzarse a la aventura. El trabajo resulta ser mucho peor de lo que creía, cuando empieza a replantearse si ha hecho lo correcto, conoce a dos chicas: Diana y Emily.
Alicia asume que no volverá a ver a Ricardo, el destino se empeña en separarles. James y Emily acuerdan ser solo amigos. Mientras, Diana se atreve a contar a sus padres que quiere dejar la universidad y trabajar como nail artist, pero ellos no la apoyan. Las chicas salen de fiesta dispuestas a todo.
Después de la fiesta salvaje que vivieron las tres amigas llega la resaca. El trío de Alicia con James tiene un impacto negativo en Emily. Alicia, que ignora los sentimientos de su amiga, utiliza la experiencia para aumentar seguidores en redes sociales. Diana prefiere mentir a sus padres antes que enfrentarse a ellos, así que empieza a llevar una doble vida.
Un encuentro casual con Ricardo da pie a una cita de lo más sexy para Alicia. Emily se venga de James haciendo algo de lo que se arrepentirá muy pronto. Diana se atreve a salir del armario pidiéndole una cita a la dependienta del sex shop. Las tres amigas cambian de look y se preparan para asistir a una fiesta BDSM invitadas por Ricardo.
Diana queda con una desconocida, Rita, pero le preocupa que su imagen actual no se corresponde a las fotos que colgó en la aplicación de citas. Emily toma una decisión drástica para salir del círculo de toxicidad que la ata a James. A Alicia se le acumulan las responsabilidades en el trabajo. Tanto estrés la lleva a cometer un error imperdonable.
Alicia siente que ha vuelto a la casilla de salida: sin trabajo, sin casa, su vida en Madrid se ha vuelto insostenible. Diana al fin cuenta la verdad a sus padres, y aunque en un principio se siente liberada, pronto tendrá que enfrentarse a la dura realidad de lo que significa ser independiente. Parece que los caminos de las tres amigas van a separarse… ¿o no?