La serie 'Veneno' de Los Javis y una exposición en Madrid para rendir tributo a Cristinta Ortiz, La Veneno, han devuelto a la actualidad a este personaje que, sin pretenderlo, se convirtió en un auténtico icono queer. Ordinaria, explosiva, feroz, tierna, descarnada... su vida fue una lucha contra los convencionalismos que le impedían ser una mujer. La casualidad la llevó de la prostitución a los platós de televisión; se convirtió en una estrella mediática, en un personaje seguido por muchos y criticado por otros, incluido el colectivo trans, por perpetuar los clichés más sensacionalistas. Su controvertida fama no impidió que la marginalidad rondara siempre su vida.