Aunque Santi prefiere a un sin papeles, Diego recurre al INEM para contratar a un nuevo camarero. La elegida será Loli, una simpática gallega embarazadísima y un verdadero desastre. Pese a que sienten pena por ella, ambos están de acuerdo en echarla. Como Santi no se atreve, la envía a casa de Diego para que él la despida, pero tras copas de más, Diego despierta al día siguiente con ella.