Es gracias a la oportuna intervención de Alberto que el ataque de Santana contra Mía se frustra. Al terminar éste, la pareja está a punto de besarse pero la llegada de David rompe la magia. El aislamiento de Jesús Roldán se llena de alegría cada que charla con Mary, posteriormente el buen hombre se asombra de enterarse Mía y Mary son hijas de Francisca.