Unos niños desobedientes desgastan a cualquiera, pero si además se trata de una madre soltera que no cuenta con ningún apoyo, la situación se agrava. Nuria afirma tener una buena relación con el padre de sus hijos, pero siempre les ha criado ella sola. Cuando las peleas entre hermanos son habituales, y hasta la madre sufre las consecuencias, hay que tomar cartas en el asunto. Supernanny sabe cómo acabar con estas situaciones.
Si la educación de los hijos es una carrera de fondo para todo padre, para una madre soltera se convierte en una carrera de obstáculos. Lucía y Alejandro son unos niños que derrochan energía a raudales y nunca están dispuestos a obedecer. No hay amenaza ni castigo que Nuria no haya probado para que sus pequeños se atengan a razones. Alejandro es un niño muy grandote para su edad, tiene mucha fuerza y no sabe canalizar su energía si no es subiéndose por las paredes o peleándose con su hermana. Lucía sigue los pasos de su hermano, es muy desobediente y a menudo recurre al llanto para resolver los conflictos. No hay duda de que Supernanny tiene mucho trabajo en esta familia.