Desi y Cata descubren el cadáver de una mujer en la mansión que acaban de limpiar. Tras huir aterradas de unos sicarios rusos, se dan cuenta de que se han llevado por error una bolsa llena de dinero.
Desi y Cata intentan devolver el dinero a los rusos, pero ellos quieren algo más: sus cabezas. Desesperadas, le piden ayuda a Irene, la policía que lleva el caso, y que además es la ex novia de Desi.
Irene no puede ayudar a las chicas por su relación con Desi, así que Cata decide volver a México con Ubaldo. Pero la policía ha encontrado su rastro, y salir del país se convierte en misión imposible.
Las chicas deciden interrogar a Eduardo Roselló, pero todo se tuerce cuando la policía descubre que Irene está ayudando a las sospechosas… y cuando los rusos vuelven a encontrar a Cata y a Desi.
Después de volver a escapar de los rusos, y con Irene detenida en comisaría, las chicas y Ubaldo se refugian en el Dakota, un club de carretera. Allí descubrirán algo que puede cambiarlo todo.
Desi, Cata e Irene, otra vez juntas, tienen que demostrar que Eduardo Roselló mató a su hermana. Pero Eduardo tiene sus propios planes para chantajear a Néstor y hacerle cargar con la muerta.
Néstor es ahora el principal sospechoso, y Desi y Cata piden ayuda a Eduardo para poder demostrarlo. Irene recibe un ultimátum de su jefe: o entrega a las chicas o la expulsarán del cuerpo.
Bajo el sol abrasador del desierto alicantino, Desi y Cata se enfrentan a Néstor y Eduardo en un emocionante duelo final en mitad de un poblado del oeste.