Coronado rey de España, Juan Carlos I lidera la transición hacia la democracia y sanciona una constitución de consenso que dice: " La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". Puede quedar impune a la comisión de cualquier delito.
En los años 90, Juan Carlos proyecta una imagen de éxito internacional, pero, como cuentan los entrevistados, algunos aspectos de su vida personal harán que el Estado y sus amigos tengan que emplearse a fondo para proteger su prestigio.
Los escándalos del rey están en la calle, la presión se vuelve insostenible y su figura se tambalea irremediablemente. Su relación con Corinna Larsen supone un antes y un después en su reinado. Salvar al rey parece una misión imposible.