Se cumple una semana del secuestro. El FBI ya tiene identificada al menos a una de las personas que está implicada en el secuestro: un venezolano al que apodan “Alvarito”. El sospechoso, autor de las llamadas de extorsión a Luis Viñas, aparenta vivir una vida convencional junto a su esposa y su hijo en la capital de Florida. La familia Viñas está cada vez más desanimada. Los delincuentes siguen presionando para obtener el rescate, pero no ofrecen información alguna sobre el estado de Omar. Luis exige una prueba de vida y los secuestradores que, a pesar de su impaciencia, no son unos aficionados, les envían el dedo meñique de Omar