En Lorena se sigue desatando una lucha lenta y brutal mientras Patton ordena a sus hombres tomar la ciudad fortificada de Metz. El asedio dura varias semanas ya que las fortalezas y los muros fortificados que rodean la ciudad superan las capacidades de los blindados americanos. Patton y sus hombres tienen tan pocas municiones que recurren a los cartuchos de los prisioneros alemanes. El 21 de noviembre, los americanos por fin logran someter a los defensores de la cuidad tras la mayor descarga de artillería en la historia del 3º Ejercito.