Don Lorenzo intenta proteger a su hija Lola y a su nieta, tras el atentado con bomba que estuvo a punto de sufrir Paco y en el que murió Bernarda. De esta forma, el comisario ordena poner en marcha un dispositivo de seguridad para tener custodiada a toda la familia. Para ello, Povedilla, Curtis y Kike tendrán que compartir el sofá-cama de la casa de los Miranda. El roce traerá consecuencias imprevisibles. Ante el peligro que puede correr su familia, Paco se replantea la posibilidad de entregarse llevando consigo el dossier por el cual le persiguen tanto la mafia policial, como los de Asuntos Internos. De momento, el inspector encarga a Povedilla proteger el documento pero ¿sabrá el becario hacerse cargo de tan importante misión? Por su parte, Sara espera que sea Lucas el encargado de custodiarla. La decepción invade a la joven cuando descubre que no va a ser así, pero ella insiste en atosigar al hombre que ama enviando múltiples mensajes a su móvil.