Paco dirige el registro de un coche donde sus hombres encuentran un bote con esperma de toro valorado en millones de euros. Povedilla arroja al suelo accidentalmente el preciado elemento y Paco decide que hay que ir en busca del toro en cuestión y extraerle el semen de nuevo. Una vez en la finca, los policías descubren un alijo de cocaína y ponen en marcha una operación para detener al apoderado, implicado en tráfico de drogas, y para ello deben hacerse pasar por toreros. Sara se queda sola durante unos minutos en la habitación donde ella y Lucas han pasado la noche. Durante ese tiempo, entra un individuo perseguido por unos matones y la joven se esconde en el baño. Desde allí presencia el asesinato del hombre que huía tras someterle a un breve interrogatorio. Sara es descubierta y Lucas llega justo a tiempo de evitar que sea disparada por uno de los asesinos. El policía trata de que nadie descubra que ha pasado la noche con la joven, pero el caso resulta ser tremendamente complicado y peligroso para todos y, especialmente, para ella. Coque y Perico han cultivado una planta de marihuana que deciden esconder en uno bote de especias de la cocina de “Los Cachis”. Lola utilizará ese bote para aderezar un guiso que se comerán entre ella, Bernarda y Rita. Bajo los efectos de la droga, las tres amigas juegan a hacer realidad sus mejores sueños. Dado que Bernarda está deseosa de volver con Mariano, Lola intentará enredar al policía, que también sigue enamorado, para forzar un encuentro con su amiga y conseguir una reconciliación.