La comisaría recibe a Ruth, una joven y sofisticada psicóloga que han contratado para que ayude a los policías con los problemas y conflictos de carácter psíquico que pudieran surgir entre ellos. Ruth tiene un primer enfrentamiento con Silvia, muy afectada por el tiro que le han pegado a Lucas. Su ex está al borde de la muerte y ella se encara violentamente con el detenido que le ha disparado. Lucas está en el hospital en estado grave. Todos están muy preocupados pero quien peor lo lleva es Sara, que no puede soportar la idea de que se muera. Los médicos informan a sus amigos de que una de las consecuencias del disparo que ha sufrido el policía puede ser la amnesia. Cuando Lucas recupera la consciencia, Mariano le aconseja que aparente que ha perdido la memoria para quitarse de encima el problema que le supone Sara. La joven, sin embargo, está dispuesta a refrescarle la memoria. Paco investiga junto con Povedilla y Rita un caso de tráfico ilegal de animales exóticos. Tras interrogar a un mentalista que trabaja en un circo, dan con la pista a seguir. Se trata de un individuo que compra los animales para luego soltarlos en una finca y ser cazados por unos cuantos adinerados que se pueden permitir pagar tan siniestro lujo. Paco decide vender un tigre y entregarlo ellos mismos a los que organizan la cacería para así infiltrase y poder detenerlos.