Los hermanos Rebenque, unos famosos criminales a los que Paco detuvo hace algunos años, han conseguido escaparse de la cárcel. Un policía que resultó herido en la huída cuenta que los delincuentes le han dejado vivo para que le transmita a Paco el mensaje de que él es su próximo objetivo. Lucas y Mariano, encargados de velar por su seguridad personal, organizan una operación extraoficial en la que utilizan a Paco como cebo para intentar atrapar a los Rebenque. Paco se ha convertido en un héroe dentro de la comisaría y disimula el miedo ante sus hombres. En el hospital, intenta infectarse con un virus con la intención de quitarse de en medio, pero sólo consigue que el médico le dé un folleto sobre la fiebre amarilla y le mande a casa. Paco decide huir y alejarse de su familia, pero se encuentra con Lucas y Mariano que le vigilan de cerca. A Curtis le encargan la vigilancia y protección de la familia de Paco. Para que Lola no sospeche de la situación, el policía le hace creer que Curtis está muy enfermo y que además le han echado de casa. Bernarda y Lola deciden hacerle la agonía más llevadera y le tratan "a cuerpo de rey".