Carlos compra el videoclub y asiste a su primera junta de vecinos como propietario, una junta en la que, como es habitual, todos discuten por las cosas más absurdas, y en la que también se descubre que nadie conoce los estatutos. Andrés, como presidente, les obliga a leérselos, pero la solución resulta peor, ya que ahora todos saben cuales son sus derechos y los exigen. Emilio se vuelca con sus estudios ya que están cerca los exámenes y está decidido a aprobar. Justo antes de un examen, tiene un idilio con una profesora pensando que es lo mejor que puede hacer para aprobar. Mauri y Bea no pueden con Ezequiel y se dan cuenta de que necesitan una niñera. Mauri se toma muy en serio la búsqueda de la niñera adecuada. Por su parte, Lucía y Alicia están pasando una mala racha. Después de mucho buscar, consiguen trabajo como azafatas en un programa de televisión