Febrero de 2022. Marc Márquez ha ganado más de lo que cualquiera podría soñar. Sin embargo, su fulgurante carrera, se ve truncada por una lesión de la que no consigue recuperarse. Marc necesita un cambio de rumbo para afrontar el gran reto de su prodigiosa carrera: volver a ser el que era. Para ello decide mudarse de Cervera, el pueblo en el que ha vivido siempre, a Madrid.
El estilo de Marc en carrera le ha valido la admiración de millones de fans, pero también le ha generado conflictos con otros pilotos. Si alguien ha visto de cerca el talento y la ambición de Marc es su hermano Álex, con quien mantiene una estrecha relación. El hombro de Marc continúa dando problemas, tiene malas sensaciones y ha de tomar una decisión.
Marc ha tomado una decisión. Para volver a ser campeón, necesita pasar una vez más por el quirófano. Es el momento perfecto para volver al origen y recordar su llegada al mundial de Moto GP, siendo muy joven, para enfrentarse al que entonces era su ídolo: Valentino Rossi. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y ese gran ídolo pasó a ser su gran rival.
La operación es un éxito. Al despertar de la cirugía, aún sedado, Marc dice unas palabras que reflejan el competidor que es, el lugar donde siempre tiene la mente. Mueve los dedos de la mano y dice: "No puedo frenar". Comienza la recuperación con una idea en mente: volver a ganar. Visita a su equipo en Austria, donde se encuentra con un viejo rival, Dani Pedrosa.
Marc regresa a la competición con buenas sensaciones, pero comete un error en la primera vuelta y tiene que retirarse. Sin embargo, las sensaciones son cada vez mejores y, en las últimas carreras del año, Marc tiene el reto de terminar entre los mejores. Es momento para recapitular y valorar un año en el que Marc Márquez tomó algunas de las decisiones más complicadas de su vida.