El 7 de enero de 1610, Galileo Galilei, uno de los hombres más brillantes de la Historia, prueba un nuevo invento en el cielo nocturno. Con su nuevo aparato, el telescopio, Galileo estudia el cielo y llega a una visión heliocéntrica del Sistema Solar, lo que apoyaba la teoría de Copérnico. Sus observaciones cuestionarán el concepto que la Iglesia tiene sobre el Universo y la propia idea de Dios. Galileo está a punto de desvelar los secretos del firmamento, pero su trabajo le pondrá en peligro mortal y le conducirá a un momento crucial durante el juicio que celebró la Inquisición contra él, tras ser acusado de herejía. Después de ser condenado a arresto domiciliario de por vida, Galileo continuó estudiando el Universo. En 1636, su último libro titulado "Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo" sienta las bases de la física moderna. Además, sus investigaciones y descubrimientos constituyen los cimientos de la ciencia moderna. Después de 359 años, el 31 de octubre de 1992, la Iglesia Católica reconoció que había cometido un error al perseguir a Galileo por sus teorías.