Una pareja llega a un motel y, por error, entra en la habitación 102, donde descubren un cadáver desnudo y ensangrentado con un cuchillo en el pecho. La UNIC investiga el asesinato de Rogelio Burillo, un vendedor de productos para la disfunción eréctil, quien fue brutalmente degollado y mutilado tras un encuentro sexual. Las pistas apuntan a una mujer: rastros de perfume, labial y un modus operandi lleno de ira. Una segunda víctima, con el mismo patrón, revela un vínculo: ambos eran hombres casados e infieles. La investigación conduce a una mujer cuyo oscuro pasado y trastorno explosivo la conectan directamente a los crímenes, revelando un motivo lleno de rabia y desprecio.