Manuel y Curro se enteran que Jana no está en el palacio y se llevan una gran decepción. Curro también descubre que Martina está en un manicomio porque Ayala le acusa de haberle envenenado y Manuel quiere averiguar por qué Catalina está en el hangar y no va a aceptar una negativa por respuesta. Por fin, Martina puede hablar con el médico, pero este no la cree. La muchacha recibe una carta que le devuelve la esperanza. Petra, indignada, descubre que Jana y María Fernández no están donde le han dicho, pero Rómulo la pone en su sitio. Petra le cuenta a Santos que vio a Lope y Vera besándose. Rómulo obliga a Virtudes a hacer una revelación que deja a su madre sin palabras.