El padre de Mariano está profundamente arrepentido de lo que hizo vivir a su hijo y habla sobre sus penas con Rosita, quien está enterada de su conflicto. Por otra parte, Sofía vio lo afectado que estaba su esposo y trató de consolarlo al reafirmar que es buena persona y lo mucho que lo ama, sin saber que esto aumenta su dolor.