Manio Sempronio Galba, hijo de El Magnífico, es condenado a muerte por delito de alta traición. Incapaz de beberse la cicuta, le conmutan la pena por servir in- definidamente en la legión de Cneo Valerio Áquila, en el lejano frente de Tracia. Y hacia allí parte, junto a su esclavo Agorastocles, con la promesa de limpiar el apellido Sempronio y de recuperar el honor perdido.