Desde una posición pausada, serena y tremendamente honesta, el chef David Yárnoz nos ayuda a descubrir ese mundo de posibilidades que nos ofrece la vegetación silvestre, tanto para la recolección de sorprendentes vegetales, como para la alimentación de la ganadería extensiva. Hablamos de delicias silvestres que proporciona la tierra las denominadas malas hierbas, que David selecciona y recoge a escasos metros de su restaurante para, después, elaborar platos donde estos ingredientes provocan en el paladar nuevas sensaciones, gracias a unos sabores tan intensos como sorprendentes.