Cataluña celebra hoy la Diada, una festividad que en los años más intensos del ‘procés’ era una muestra del músculo social que tenía el independentismo. Hoy, las encuestas, la movilización ciudadana, y el resultado de las últimas elecciones, indican que esa fuerza ha decaído en casi todos los grupos de edad. Solo crece entre los mayores de 65 años, del 36% que apoyaban la secesión en 2017 al 42% de 2024, según el Centre de Estudis d’Opinió. Entre los que más baja es entre los votantes más jóvenes: en 2015, la mayoría de los catalanes de 18 a 24 años quería lla independencia (53,2%); ahora la ambiciona el 39,4%. Es una generación que quizá no rechaza el independentismo, pero que por lo general tiene otras prioridades. Intervienen Miquel Noguer, director de la edición de EL PAÍS en Cataluña, y Borja Andrino, periodista de Datos de EL PAÍS.