La opinión pública ha cambiado. En España, ha pasado de pensar el turismo como solución al turismo como un problema. Una ola de manifestaciones recorre el país desde hace meses para protestar contra la masificación y los problemas sociales y ambientales que causa el sector. El encarecimiento del precio de la vivienda y la pérdida de identidad de muchas ciudades está en el centro de todo. Mientras tanto, una administración arcaica y una política titubeante que no es capaz de responder a las necesidades de los ciudadanos que habitan los núcleos más turísticos de nuestro país.