La ultraderecha ha crecido en Europa. Y en el caso España, se ensancha. Alvise Pérez, un agitador con causas pendientes con la justicia, que pasó por varios partidos y ahora reniega de ellos, ha conseguido 800.000 votos en las elecciones; tendrá tres eurodiputados en el Parlamento Europeo. Su agrupación Se Acabó la Fiesta le da dado un mordisco a Vox. Usa los bulos en las redes con menos control como Telegram y reconoce que quiere ser eurodiputado para no rendir cuentas ante la ley.