Se cumple un año desde el intento de golpe de estado que se produjo en Brasil, apenas ocho días después de que Lula tomará posesión como presidente, con 77 años y después de haber pasado por la cárcel. Una compleja amalgama de partidos e intereses y 40 ministerios conforman el gobierno de la mayor democracia de América Latina. Parecía difícil, pero está funcionando. El FMI dice que la economía brasileña ha logrado superar este año a la de Canadá y Rusia y es la 9º del mundo. Los índices de pobreza, disparados después de la pandemia, comienzan a revertirse, al igual que la deforestación del Amazonas. Y en política exterior el país ha vuelto a ser un actor protagonista.