Carlos Cuevas se convirtió a los 17 años en estudiante de Ingeniería de la Universidad de Chile y estando allí la participación política lo sedujo por completo. Como muchos otros jóvenes sería identificado como un peligro que había que exterminar, y junto a otros cuatro militantes del Partido Comunista sería víctima del primer montaje de la dictadura. Nelson, su hermano, narra la corta vida de Carlos, sus motivaciones y sueños y la búsqueda de justicia para condenar a los responsables del llamado “Plan Leopardo”.