La familia Garzón afronta problemas económicos, que se acrecientan por la enfermedad que padece Tobías, padre de Jaime. Sin embargo, todo empeora cuando se enteran de que un amigo de Tobías, en un acto de mala fe, le hizo firmar un poder a él en el que lo autorizaba a manejar algunos asuntos de la escuela de tabulación donde era docente; así, el acuerdo se haría efectivo más adelante.