Un amigo que llega para ayudar a Lina a mudarse le cuenta los nuevos proyectos de Nico. Eso le hace recordar cuando sus proyectos guiaban las vidas de ambos.
Lina contrae varicela, lo que la aísla todavía más. Entre tanto, recuerda el viaje de vuelta tras el funeral del padre de Nico y la profunda tristeza que él sentía.
Lina recibe una gran noticia, pero le cuesta estar ilusionada al no tener a nadie con quien compartirla. Luego, rememora una fiesta en la que Nico se disfrazó de viejo.
Lina regresa a su pueblo natal para ver a su padre viudo antes de poner rumbo a la India. Una vez de vuelta en Madrid, debe hacer frente a un posible cambio de planes.