Quien aguanta la escasa paciencia, las muchas prisas y la necesidad de validación de todo hijo de vecino se merece un monumento. Un buen camarero hace eso y más, y en Las del Grupo queremos homenajear a esos cerebros ya atrofiados de escuchar tantos problemas. Que si chasquidos, silbidos y chillidos; que si leche de almendras o de soja; que si un barraquito, una nube o uno corto de café... Servir es un estrés. Toni Acosta lo entiende a la perfección. No es el caso de Sílvia Abril, que probablemente ostenta el título de ser la única actriz del país que nunca ha sido camarera. En este episodio llegamos a la conclusión de que es un milagro que no nos escupan en la comida. Ah, y un señor nos intenta robar el programa.