Se incorpora un nuevo médico cirujano al Central: Fernando Mora, un profesional experimentado y conciliador que se ha mantenido apartado durante dos años del ejercicio de la Medicina por motivos que sus compañeros desconocen.
Fernando fue el médico adjunto de Maca en un hospital de Sevilla, un gran profesional al que ella considera su “maestro” por la experiencia tan positiva adquirida a su lado durante el tiempo que estuvo bajo su supervisión. Desde entonces, se ha forjado entre ellos una gran amistad que no han abandonado a pesar de la distancia.
Fernando es muy atento en su relación con los demás: siempre tiene una palabra de ánimo, un comentario sobre el equipo de fútbol favorito de los celadores y un detalle galante para las mujeres que le rodean. Sin embargo, es muy reservado en su vida privada. A pesar de la amistad que les une, ni la propia Maca conoce el estado actual de Fernando. Sabe que estuvo casado y se separó, que tiene un hijo que ya debe rondar los 20 años, que sus padres aún viven y que se educó en Alemania porque sus padres habían emigrado, pero apenas tiene información de la situación actual de su amigo.
A nivel profesional, ha estado apartado del ejercicio de la Medicina por motivos que sus compañeros desconocen. Ante la insistencia de Maca, ha decidido aceptar un período de prueba para comprobar si puede volver a convertirse en el gran profesional que siempre fue.
Por otro lado, la vuelta de Esther al hospital y su buen estado anímico provocará dudas en Maca, con repercusiones en su relación con Vero. De igual forma, la obsesión de Mónica por Trini comenzará a hacer mella y Javier y la enfermera del Samur comenzarán a tendrán problemas de convivencia.
Además, Raúl se volverá a plantear el puesto de Charly, mientras que su relación con Sofía es cada vez más estrecha. Para la residente tampoco será un buen día: un ejercicio con Vero le traerá dolorosos recuerdos, sacándose a la luz los motivo