Un divorcio, insulina y una herencia multimillonaria. Parecen ingredientes sacados de una película de sobremesa de la tele. Pero la historia que nos ocupa es tan real como su ilustre protagonista, y está, como veremos ahora, lejos de terminar. El Caso Mainat estalló el uno de octubre de dos mil veinte, cuando se hizo público que Ángela Dobrowolski, de treinta y siete años, había sido acusada de tratar presuntamente de asesinar a su marido, el multimillonario productor Josep María Mainat, inyectándole insulina mientras dormía. Los hechos ocurrieron en la madrugada del veintidós al veintitrés de junio, y cada día que pasa aparecen detalles más inverosímiles.