Tono continúa su lucha por cegar con arena su finca. La madre de Neleta muere y Tono la acoge en su casa. Llegan cartas de Tonet, que ya es cabo y parece feliz en su aventura cubana. Neleta, al observar que apenas hay para ella una fría mención, se siente desdeñada y decide iniciar el cerco a Cañamel. La muerte de la mujer de éste, certifica el paso de Neleta de criada y amante a legítima esposa. El fin de la guerra de Cuba y el regreso de Tonet aviva el viejo amor que hubo entre los jóvenes. La tragedia y el escándalo se presienten en el pueblo.