Cuando hace unas semanas (el día 3 de marzo) grabamos este programa, no sabíamos cosas sobre los dragones que hoy sabemos. Parece ser que el buen dragón, el fetén, el de pata negra, es muy capaz de esconderse en su guarida durante días si descubre que la amenaza de fuera es grande; aprovisiona su cueva y espera pacientemente a que el enemigo se debilite o se agote de andar merodeando por los alrededores sin encontrar alimento. Cuando siente que el riesgo decae (el dragón fetén es listo), sale de su gruta y acaba con el enemigo con un soplido de fuego.
Hace unas semanas lo ignorábamos, claro, pero, ahora que lo sabemos, estamos, como vosotros, refugiados en nuestras grutas: Javier Cansado, con Esherezado, con Savoy, con sus ejércitos diminutos; Juan Gómez-Jurado, con sus libros y su perro Sam (y un montón de regalos que tiene que darle a Javi para que le siga en Twitter); Arturo González-Campos, con sus muñequitos frikis (a los que les cuenta cosas, pobres), con sus gorras, con sus tebeos; Rodrigo Cortés, con sus discos, sus películas, sus libros, y un montón de chapelas compradas antes del encierro para que el enemigo las enrolle bien y se las… Ya sabéis cómo acaba el cuento.
Los dragones, no lo dudéis, saldremos de nuevo, volveremos a sentir el aire y el sol en nuestras alas; ni siquiera ahora pensamos dejar de dar la tabarra, aunque sea (ya veremos cómo) desde nuestras grutas profundas y secretas.
Así que dadle al play, escuchad el programa que grabamos antes de que todo esto empezara y tomaos algo bien rico, como los dragones fetén, porque así somos los dragones: fetén, pacientes y resistentes hasta el aburrimiento.
No lo olvidéis nunca… AQUÍ HAY DRAGONES.