Bruno es amenazado cuando se dispone a denunciar la violación: Alba y él deben volver a Madrid, o su familia sufrirá las consecuencias. Bruno decide callar mientras la teniente Giner, que lleva el caso de Alba, anuncia que fue una violación múltiple. Mientras tanto, los cuatro chicos que se sobrepasaron con Alba en el bar y que son los principales sospechosos, sufren un extraño accidente. El hermano de Alba se encuentra mejor tras su infarto y Tirso ha limpiado las pintadas del bar familiar… Con el fin de calmar las aguas, Alba y Bruno deciden volverse a Madrid. Tras pasar tres meses en la cuidad en los que Alba intenta olvidar y Bruno sufre su secreto en silencio, la policía le pide que vuelva para identificar los cuatro cuerpos encontrados, pero Alba no los reconoce. El pueblo no ha cambiado mucho, tan solo su cuñada Miriam ha montado un restaurante de lujo con el dinero que le dieron los Entrerríos a cambio de una prueba fehaciente contra ellos.