Luisma se encuentra con Vinilo, un ex-toxicómano que toca la guitarra en un grupo heavy. Aunque su desconocimiento en materia musical es un hecho, el hermano de Aída convence a su amigo para que le permita unirse a la banda como solista. Cuando les contratan para amenizar las fiestas de Esperanza Sur, el grupo se disuelve debido a las diferencias de criterio con Luisma.
Todo tiene un final, puede que sea una obviedad o una cuestión de probabilidad. Pero un conflicto con los hijos provoca la ruptura sentimental de Aída y Chema, en el último capítulo de la temporada. Tras descubrir que Jonathan se ha gastado en petardos el dinero que le entregó para comprar entradas para el circo, Fidel se enemista con su amigo. Las discrepancias entre los jóvenes acaban haciendo mella en Chema y Aída, quienes no dudan en defender los intereses de sus respectivos hijos. Durante las disputas, la pareja descubre las grandes diferencias que los separan. Al ver a Lorena preocupada por la falta de dinero, Paz anima a Mauricio para que contrate a la hija de Aída como camarera durante las fiestas del barrio. En la primera jornada laboral de la chica, el dueño del Reinols repara en sus escasas cualidades para la hostelería, por lo que decide utilizar su belleza como reclamo de la clientela masculina. Preocupada por la situación, Paz intenta advertir a Lorena sobre el nuevo cariz que está tomando su empleo, pero las generosas propinas le impiden darse cuenta. Fortuitamente, Luisma se encuentra con Vinilo, un ex-toxicómano que toca la guitarra en un grupo heavy. Aunque su desconocimiento en materia musical es un hecho, el hermano de Aída convence a su amigo para que le permita unirse a la banda como solista. Cuando les contratan para amenizar las fiestas de Esperanza Sur, el grupo se disuelve debido a las diferencias de criterio con Luisma.