Después de la caída de la dinastía de los Flavio llegó la de los Antoninos, y con ellos el esplendor y máxima expansión del Imperio Romano. Trajano conquistó Mesopotamia y Dacia, y Adriano se hizo fuerte en Britania mientras trataba de sofocar las revueltas de los judíos en las Guerras Judeo-Romanas. Por otro lado, sus sucesores Antonino Pío, Marco Aurelio, Lucio Vero y Cómodo tuvieron que hacer frente a grandes invasiones de pueblos germanos del norte y, como no, de los partos. Con Cómodo acabó este periodo de esplendor y comenzó la decadencia. Para empezar, una guerra civil conocida como el año de los 5 emperadores y después la Dinastía Severa. Estos emperadores fueron de mal en peor. Septimio Severo, Caracalla, Heliogábalo, Alejandro Severo... Todos acabaron siendo asesinados por sus generales y dejando al Imperio romano con una inestabilidad tan severa que precipitaría su caída.