Pancho Saavedra recorre este emblemático y antiguo barrio de Santiago para encontrarse con su esencia colonial y con su presente diverso y multicultural. La Vega con sus cocinerías, la Pérgola de las Flores, la antigua iglesia de La Viñita, el mercado Tirso de Molina, entre otros lugares, forman parte de esta ruta donde las conversaciones y el humor de sus personajes surgen espontáneos y reflejan la idiosincrasia de una comuna nueva en años, pero tan antigua como la misma capital de Chile.