Una mujer, Julianne, es envenenada y las sospechas recaen sobre su expareja Mona. Tuvieron una hija de 7 años juntas. Cuando se separaron, Julianne se quedó con la custodia de la niña porque la había gestado ella. Mona, periodista, lleva casi un año sin poder ver a su hija. Las dos hermanas se ven envueltas en las implicaciones sociales del caso y en la injusticia que habría provocado el crimen.